La neuropsicología se ocupa del estudio y la rehabilitación de las principales funciones cognitivas: el lenguaje, la atención, la orientación y la memoria.

Es útil en la demencia -incluso la derivada del envejecimiento natural-, pero también tras accidentes cerebrovasculares, lesiones traumáticas derivadas de un accidente u otros trastornos neurológicos específicos.

La sensación de que «mi cabeza ya no es lo que era» o de que «mi personalidad ha cambiado drásticamente» tras un accidente suele indicar la necesidad de este tipo de intervención.

Cuanto antes se actúe tras la lesión, mejor suele ser el pronóstico, ya que en muchos casos es posible retrasar o incluso invertir los síntomas.